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Lo que debemos esperar de las personas

El paso de nuestros días nos llena de la sabiduría de los aciertos y los errores, a los aciertos les decimos fortuna a los errores experiencia.

Nuestro cerebro tiende a llenar espacios en blanco cuando carecemos de suficiente información o necesitamos pedazos extra de datos para entender las cosas, por ejemplo la siguiente figura:

Te puedo apostar que  tu cerebro hizo lo posible por ver una especie de caja, ¿no es así?, pues bien dado que no es natural crear a partir de pedazos, igualmente tendemos a preveer cosas; cuando cruzamos la calle y un auto se aproxima tendemos a imaginar la distancia a la que se encontrará ese vehículo conforme caminemos.

Inevitablemente también tendemos, no muchas veces, a crearnos expectativas de las personas que nos rodean; lo cual es un error muy grave, esto debido a que primeramente las personas por naturaleza son egoístas y se enfocan en sí mismas; un claro ejemplo es la gente a la que le pides un consejo y sólo acaban proyectándose, dando una recomendación desinteresada que es en realidad lo que esas personas tienen que hacer con sus vidas.

Asimismo el creer que las personas van a corresponder nuestras atenciones del modo que nosotros les mostramos interés es también una tontería; la ponderación del “cuánto” hacemos por otros tenderá a ser subjetiva de entrada y aparte dado el egoísmo nato de nuestra especie será raro que las personas se detengan a pensar desde la óptica de otra persona.

He notado que un principio de la desilusión, la frustración y otros tantos problemas tiene como uno de sus orígenes el crearse expectativas en otros; ahí está el caso de la novia que llora porque su novio no hizo comentarios de su cambio en el corte de cabello; el empleado que se siente frustrado de que su jefe ignora las recomendaciones, el hijo que hace estupideces en la escuela cada vez más graves esperando que sus padres le pongan atención; la profesionista a la que sólo le ponen atención porque tiene tetas grandes, y un largo etcétera.

¿Qué debemos esperar de las personas que nos rodean?... nada, así de simple.

Habrá quien diga que eso es una actitud nefasta y deprimente, pero en realidad no lo es; sino todo lo contrario, es poner las cosas en su real dimensión.

Sí aprendemos a no esperar nada de nadie más, estamos aceptando la realidad del mundo, comprenderemos mejor el camino hacia nuestra propia realización, ya que no fincaremos esperanzas vagas que terminen por crearnos problemas; lo bueno que deba ser simplemente será, y sí algo desagradable sucede, cosa de secarse las lágrimas y seguir adelante. 


 
El beso, Lautrec 1892 

No esperes que tú príncipe azul llegue en su caballo blanco y te salve; no esperes que tu pareja adivine lo que te pasa, debes decírselo y sí no hace cambios para comenzar a responderte como pareja, pues busca otra; sí la gente que te rodea no te escucha, no esperes que cambie y busca a quien sí le interese oírte; has que las cosas sucedan, esperar y esperar hará que la vida se te vaya.


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