Esta iniciativa, originalmente fue vetada en 2006 por el entonces presidente Vicente Fox, que como sabemos nunca se caracterizó por estar muy involucrado la cultura (recordemos el incidente de “Jose Luis Borgues”) quien uso como argumento para devolver la ley al Congreso “que el precio único desplazaría a los agentes vendedores al menudeo y obstaculizaría la libre competencia”.
Por otra parte, existen datos preocupantes con respecto a la venta de libros, por ejemplo el 94 por ciento de los municipios del país no tienen una librería debido a que estos negocios no pueden competir con los grandes comercios, señalaron anoche personalidades del ámbito cultural.
Se preguntarán de que forma un precio único fomentaría la competencia en el sector a la vez que combatiría practicas desleales, bueno la idea es que con este precio unificado se tendría un precio igual en cualquier parte del país, y eso evitaría en gran medida que las pequeñas librerías sufrieran una competencia ilegítima por parte de las grandes cadenas, que ofrecen grandes descuentos a los grandes volúmenes de sus ventas, algunas librerías pueden ofrecer descuentos de entre 20 y 50 por ciento, lo que ocurre sobre todo en títulos de gran venta comercial (un ejemplo es Harry Potter), lo que se debe a que el volumen de ventas que hacen les permite soportarlo ya que de de un libro pueden comprar miles de ejemplares en tanto que una librería puede aproximadamente comprar sólo unos 40. Por otra parte una cadena al comprar por miles obtiene un precio preferencial sobre el de las librerías, lo que explica sus descuentos.
Considero acertada la nueva política, ya que si bien un centro comercial ofrece precios atractivos, suele solamente ocuparse de títulos comerciales, o de libros de autores panfleteros como Carlos Cuauhtémoc Sánchez o verdaderas joyas de la ignorancia como “el libro” de Jordi Rosado, en tanto que las librerías (las de verdad) tienen la capacidad de conseguir títulos sustanciales o muy específicos.
Ahora bien, el preció único sólo regirá durante un lapso de tiempo, pasado el cual, las librerías tendrán opción de aplicar descuentos; asimismo existen aún algunas voces en contra, casualmente de intereses económicos o de gente de sectores del PAN (¿que novedad verdad?); dicen que para muestra un botón: entonces tenemos el caso de los periódicos y revistas que tienen un precio único y que si lo meditamos recordamos que es más común ver a un mexicano leyendo el libro vaquero o el TV y novelas que leyendo un libro.
Si desea saber más de este interesante tema:
Un artículo interesante de Miguel Ángel Granados Chapa
Saludos.
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